Patrimonio cultural y natural
Riqueza Forestal
La Asociación Junta Gestora administra la riqueza forestal de sus montes privados cuya extensión en conjunto supera las 861 hectáreas. Se ha presentado a la Junta de Castilla y León el Plan de Ordenación de los Montes, estando a la espera de su aprobación.
Gestión Micológica
Los Montes privados de Ucero tienen regulada la recolección de todo tipo de setas, siendo necesario obtener un permiso que se solicita a la Junta Gestora de los Montes de Ucero.
Parajes y árboles singulares
Hay elementos que cuentan con un especial valor afectivo para la población. Se hace necesario, en un primer momento, la labor de identificación y catalogación, antes de proceder a su protección efectiva.
Caminos y sendas
Son elementos importantes para el conocimiento y disfrute de los montes de la Asociación. Las modestas sendas y los simples caminos rurales se acompañan también con cañadas y veredas que históricamente atravesaban el término. Se hace necesario establecer las rutas principales, diferenciando por niveles de dificultad. Para un mejor seguimiento se podría preparar un plano con las rutas y poner códigos QR para su seguimiento en Wikiloc.
Fuentes y manantiales
Muchas de ellas han desaparecido al dejar de ser utilizadas. Pretendemos llevar a cabo una labor de recuperación de las mismas y puesta en valor de su entorno.
Tenadas, tainas, chozos, corrales, cercados de piedra y refugios
Son diferentes clases de apriscos que se utilizaban tradicionalmente para el resguardo del ganado y ocasionalmente de pastores (cuando preferían pernoctar allí para evitarse la ida y regreso al pueblo) y de labradores (cuando estaban realizando las labores agrícolas y empeoraba el tiempo). Su recuperación permitirá mantener un patrimonio significativo de prácticas olvidadas.
Otras construcciones
Construcciones varias destinadas al aprovechamiento de los recursos naturales y los cultivos (Hornos de cal, colmenas, destilación de plantas aromáticas, etc.)
Cuevas, torcas y abrigos naturales
En ocasiones se acondicionaban los abrigos naturales y las cuevas (Cueva del Gato) para dar resguardo a los ganados y por momentos a los pastores.
